Los adultos realizamos varias coreografías, ataviados con sombreros coloridos, cascabeles, plumas, pompones, cintas, pelotas, telas…
Escuchamos y vivenciamos diferentes estilos y ritmos; los chicos estuvieron atentos, motivados, en ocasiones con cara de sorpresa, alegría, susto… la forma de representar las obras despertó su atención.
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